September 5, 2025
El daño en los rodamientos es causado principalmente por la falta de mantenimiento a largo plazo. Realizar bien las siguientes 3 tareas diarias puede reducir eficazmente el riesgo de fallas en un 80%.
La grasa es la "sangre" de los rodamientos, que puede formar una película de aceite entre los elementos rodantes y las pistas de rodadura para reducir la fricción metálica. Es necesario seleccionar la grasa adecuada de acuerdo con las condiciones de trabajo del equipo (por ejemplo, grasa especial resistente a temperaturas superiores a 150℃ para entornos de alta temperatura, grasa impermeable para entornos húmedos) y seguir los principios de "tiempo, cuantificación y limpieza": Para equipos ordinarios, verifique el estado de lubricación cada 3 meses y reemplace completamente la grasa cada 12 meses; la cantidad de llenado debe ser 1/3-1/2 del espacio interno del rodamiento—el llenado excesivo puede provocar una mala disipación del calor, mientras que el llenado insuficiente no puede formar una película de aceite efectiva. Al reemplazar, es necesario limpiar primero la grasa vieja residual dentro del rodamiento con etanol absoluto para evitar reacciones químicas causadas por la mezcla de grasas viejas y nuevas.
El polvo, los residuos metálicos y la humedad son los "enemigos naturales" de los rodamientos. Se requiere una inspección diaria para verificar si los anillos de sellado y las cubiertas antipolvo de los extremos de los rodamientos están intactos—si se encuentran grietas o deformaciones, deben reemplazarse a tiempo; para equipos que operan en entornos polvorientos y de alta humedad, se pueden agregar cubiertas protectoras y se debe usar aire comprimido regularmente para soplar los escombros alrededor de los rodamientos para evitar que objetos extraños entren en las pistas de rodadura y causen desgaste.
Se pueden utilizar herramientas simples para predecir fallas en los rodamientos: Coloque un estetoscopio cerca de la carcasa del rodamiento—si se escuchan ruidos anormales como "zumbidos" o "clics", puede deberse a una mala lubricación o desgaste de los componentes; mida la temperatura con un termómetro infrarrojo—si la temperatura del rodamiento excede los 70℃ en condiciones normales de trabajo o 80℃ para equipos de alta velocidad, la máquina debe apagarse para su inspección; gire el eje a mano—si se siente una resistencia desigual o una sensación de agarrotamiento, puede deberse a una holgura anormal o deformación del muñón.